Tanto en el mundo del arte como en el de los deportes hay casos de padres e hijos que han sido relevantes.
En la entrada sobre las pioneras en el arte y el deporte hablaba de Artemisia Gentilleschi, cuyo padre Orazio fue uno de los más aventajados seguidores de Caravaggio. Hay más ejemplos.
El famosísimo Gian Lorenzo Bernini era hijo de Pietro Bernini, escultor florentino que trabajaba en Roma para el cardenal Scipione Borghese, que apadrinó al joven genio. Por eso las obras tempranas de Gian Lorenzo siempre estaban bajo la sospecha de que en realidad estuvieran hechas por su padre. Esta pequeña obra hecha para el jardín del cardenal es la primera conocida de su autoría, no es de extrañar que pensaran que un adolescente fuera incapaz de esculpir con esa maestría.
En época más reciente está el caso de el pintor impresionista Auguste Renoir y su hijo el magnífico director de cine Jean Renoir. En la ilustración vemos al pequeño Jean con su madre en un cuadro hecho por su padre.
En el mundo del deporte por cuestión de genética hay incluso más ejemplos de hijos que siguieron o superaron los logros de sus padres. Últimamente se habla, con razón, de la familia Schmeichel. El hijo Kasper ha ganado la Premier League con el Leicester, si bien aún le queda un trecho muy grande para que ni siquiera consiga acercarse a lo conseguido por su padre Peter, considerado uno de los grandes porteros de todos los tiempos, leyenda de la selección danesa y el Manchester United. Hay un caso parecido en España, el de Miguel y Pepe Reina.
Existen infinidad de casos. Hay padres e hijos que han ganado la Copa de Europa. Por ejemplo están los Maldini. Cesare y Paolo, leyendas milanistas o los Sanchís, en el Real Madrid.
En el mundo del baloncesto hay más. La familia Hernangómez Geuer, padre, madre e hijos internacionales por España. Margarita "Wonny" Geuer, campeona de Europa, casada con Guillermo Hernangómez y sus hijos Willy y Juancho que actualmente juegan en la NBA.
De hecho en la NBA hay muchos casos de padres e hijos que participaron en la liga americana. El actual MVP de la liga, Stephen Curry es hijo de Dell Curry y hermano de Seth Curry. En la foto está con su padre viendo el concurso de triples del All Star Weekend junto a Mitch Richmond y Drazen Petrovic a cuyo museo envió la camiseta con la que usó en las finales de 2015.
En la misma NBA encontramos padres e hijos que han ganado el título. Los primeros que lo hicieron fueron Matt Goukas Sr y Jr, el padre con los Philadelphia Warrios en el 47 y el hijo con los Sixers en el 66. Más conocidos, por la cercanía en el tiempo son los Barry, el padre Rick fue escolta de los Golden State Warriors, con los que ganó el título y el MVP de las finales del 75. Además de ser un fabuloso jugador era conocido por lanzar los tiros libres a dos manos desde abajo, estilo con el que fue el mejor en porcentaje desde la línea 6 temporadas. Su hijo Brent Barry gano la liga con los Spurs en 2005 y 2007, y es el único jugador blanco que ha ganado el concurso de mates de la NBA en 1996.
No nos quedemos ahí. Qué menos si se habla de la NBA que relacionar el tema con Celtics y Lakers. Bill Walton ganó con los Trail Blazers de Portland la liga en 1977 siendo MVP de las finales, durante años tuvo muchos problemas de lesiones con sus rodillas, pero volvió a lo grande para dar descanso a Parish en los Celtics y consiguió con ellos volver a ganar el anillo en 1986. Su hijo Luke Walton ganó la liga con el máximo rival de los Celtics, los Lakers en 2009 y 2010, equipo del que actualmente es entrenador.
Más sobre los Lakers, hablemos de otra pareja de campeones padre e hijo: los Thompson. Mychal Thompson fue campeón con el famoso equipo angelino del showtime los años 87 y 88, su hijo Klay ganó la del año pasado con los Golden State Warriors junto al citado Stephen Curry.
Lista de padres e hijos que han jugado en el baloncesto profesional americano.
Pero hay casos en los que la tradición no se queda en padres e hijos, sino que se extiende mucho más.
En el arte está el caso de la familia Della Robbia. El primer escultor de la saga fue Luca Della Robbia. Luca comenzó en Florencia como escultor de mármol en el primer Quattrocento. En esa especialidad consiguió grandes encargos y muy apreciables trabajos, el más destacable de ellos es la cantoría de Santa Maria del Fiore (Duomo de Florencia). Fue encargada a la vez que la otra cantoría de la catedral, ésta hecha por Donatello.
Luca con el tiempo cambió de material a la hora de trabajar y se especializó en el uso de la terracota policromada. A estas cerámicas Luca les daba un tratamiento con óxidos de estaño, plomo y arena de sílice con la que les daba un acabado vítreo. El secreto del tratamiento se quedó en la familia, que usó la técnica a lo largo de muchas generaciones. El sucesor de Luca fue su sobrino Andrea, heredero también del talento escultórico del tío. Después vinieron Giovanni, Girolamo, Mattia, Luca el jóven o Ambrogio, pero nunca se volvió a llegar a la calidad de las cerámicas de Luca o Andrea.
Para mí la gran saga del deporte es, al menos en España, los Llorente Gento. Qué decir del patriarca Don Francisco Gento, único jugador ganador de seis Copas de Europa. Con eso bastaría, integrante del glorioso Real Madrid de los cincuenta y continuador de la tradición merengue con el equipo yé-yé que gano la Copa del año 66 y actual presidente de Honor del club blanco. Vamos, una leyenda del fútbol mundial. Su legado fue recogido por sus sobrinos. Dos en el fútbol y dos en el baloncesto.
Los sobrinos mayores se decantaron por la canasta. José Luis y Toñín Llorente empezaron a jugar en las categorías inferiores del Real Madrid de baloncesto siendo el mayor, Jose Luis, el que destacó llegando al primer equipo y a la selección nacional con la que consiguió la medalla de plata en los JJ.OO. de los Ángeles 1984. Toñín no tiene una carrera tan exitosa como José Luis pero sí una más que apreciable trayectoria por la ACB. Llegó a coincidir con su hermano en el Andorra por algunas temporadas y por fin se retiró jugando una última temporada en el Real Madrid.
Los otros dos hermanos se dedicaron al fútbol. Paco y Julio como sus hermanos empezaron a jugar en las categorías inferiores del Real Madrid. Paco no jugaba mucho y fue fichado por el filial del Atlético de Madrid donde explotó su gran velocidad lo que le valió empezar a ser habitual en las convocatorias del primer equipo rojiblanco. Al año siguiente ficha por el Real Madrid, con la Quinta del Buitre en ebullición. Llega a ser internacional con España pero en el Bernabéu no deja de ser nada más que un jugador revulsivo. Su hermano Julio sí llega al primer equipo del Real Madrid desde el Castilla tras ser cedido al Mallorca. Lateral de gran fortaleza física nunca llegó a tener un puesto en las alineaciones titulares. En 1990 ficha por el Tenerife, donde está 9 años y se convierte en uno de los jugadores más importantes de la historia del club canario.
Y aquí no acaba el asunto. Hay una tercera generación de los Llorente Gento en acción, cuyo mejor exponente es el hijo de Paco, Marcos. Juega cedido por el Real Madrid en el Alavés y se ha convertido en el mediocentro joven con más proyección del fútbol español. Sus primos Juan y Sergio siguen los pasos de su padre José Luis en el baloncesto.
Si es que ya se sabe que de casta le viene a los galgos.
Un saludo.
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