Ir al contenido principal

ATREVIMIENTO PARA AVANZAR O LA FALSA POLÉMICA DEL PORTERO JUGADOR

En el mundo del arte no todo el mundo que arriesgó consiguió el éxito, sin embargo el riesgo que tomaron algunos fue necesario para el avance y el cambio de las teorías estéticas.

Al principio los impresionistas fueron ridiculizados por la prensa, después se convirtieron en poco menos que arte oficial. Y qué decir de los artistas de las vanguardias, que en la Alemania Nazi fueron incluidos en la exposición organizada por el régimen llamada "Arte degenerado". Entre ellos estaban pintores tan célebres como Chagall, Kandinsky, Max Ernst, Klee o Munch. Y todos sabemos lo que era estar señalado por los nazis.




En pocas palabras, sin riesgo no se puede avanzar. Hay que abandonar el confort de lo conocido y adentrarse en lo desconocido para solventar problemas o llegar al conocimiento.

Quiero que todo esto sirva de introducción a mi opinión sobre el debate de la "excesiva" utilización de la táctica del portero-jugador en el fútbol sala.

A lo largo del tiempo, desde que se permite al portero tocar el balón fuera de su área, ha habido muchos entrenadores que han utilizado el portero-jugador para mantener la posesión del balón, en lo que en un principio era una táctica conservadora. Hubo cambio de reglas para que el portero no pudiera tocar el balón de vuelta en campo propio, obligando a tomar más riesgos al jugar así.

Aún con esa regla hay entrenadores que han seguido asumiendo el riesgo de confiar a su control de balón la protección de su portería en ciertas fases del juego, con Cacau al frente. El miedo a ser sobrepasados en la defensa al tener el contrario un efectivo más en ataque hace que los equipos se encierren y que el juego se ralentice enormemente.

Cacau llegó con su equipo (Kairat y selección de Kazajistán) a tal control de juego que hay voces que abogan por otro cambio de reglas, ya que dicen que el fútbol sala se ha convertido en juego aburrido y lento.

Pues la respuesta ha venido desde el propio juego y no con un cambio de reglas. Su demostración se vio en la semifinal entre España y Kazajistán del Campeonato de Europa de Belgrado.

José Venancio López, seleccionador español decidió tomar riegos en la defensa. Presión total en la salida del balón para impedir la llegada fácil a zona de ataque, y sobre todo, en la defensa en cancha propia achique en el lado del balón y presión hasta propiciar el mal pase o el robo. Como se ve perfectamente en el 2-1 o el 4-1.


En definitiva, enhorabuena a Cacau que consigue grandes resultados gracias a un riesgo y al buen aprovechamiento tanto de jugadores como de reglas. Y sobre todo enhorabuena a Venancio, que partiendo desde el juego consigue dar solución al acertijo que ha propuesto Cacau a todo el mundo del futsal.

Un saludo.

Coda: Sin embargo, es posible que no nos venga mal una regla parecida a la del campo atrás en baloncesto, como comentó en Facebook Marcos Aurelio Sorato, ex jugador y ex seleccionador de Brasil. 


Comentarios

  1. Pues así es como deben solucionarse los problemas creados por estilos de juego muy efectivos de otros equipos: con propuestas desde el juego, no el lloriqueo o la trampa del cambio de reglamento.

    El cambio del reglamento nos ha traído al baloncesto LA %&·4# FLECHA, es decir, reducción de competición. Cuando Rudy y Rubio empezaron a ganar tiempo parando el saque con el pecho para que corriera el reloj de partido pero no el de posesión, se lloró hasta que el reglamento dijo que ambos comenzaran a contar en el primer contacto. Porque es más fácil que pensar en una presión a toda cancha para impedirlo. Y así todo, anulando cualquier rasgo creativo en la táctica con el reglamento, en vez de más creatividad en la respuesta. Y luego a llenarse la boca hablando de espectáculo.

    ResponderEliminar
  2. Yo no lo había explicado mejor Rho. Completamente de acuerdo, ya hemos hablado un montón de veces de la puta flechita. Y lo siguiente será el "hack".

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

ARQUITECTURA Y DEPORTE EN TIEMPOS CLÁSICOS

¿Dónde se hacía deporte en la antigüedad? ¿Había lugares específicos y edificios para acoger las competiciones? Pues, sí. Desde muy antiguo se edificaron edificios para acoger las competiciones "deportivas" que entonces tenían un gran componente religioso. Como ejemplo típico está Olimpia. En la primera ilustración se ve la recreación de la zona sagrada de Olimpia donde tenían lugar los Juegos Olímpicos antiguos. En la parte superior derecha se ven juntos el estadio y el hipódromo. En la segunda se ve el estado actual del estadio donde se hacían las carreras a pie. Allí se corría la distancia del estadio (192,27 metros, solo la ida), la del diaulo (384 metros, ida y vuelta), también se corría el hoplitódromo, que era una carrera de dos estadios con el armamento de un hoplita, de ahí su nombre. El estadio, en esta forma, se mantuvo como recinto para las carreras atléticas durante muchos siglos, como los JJ.OO. En Roma encontramos dos ejemplos de estadio. En la

EL DEPORTE Y SU IMPORTANCIA PARA LA ESCULTURA CLÁSICA

El deporte, y más en concreto sus campeones, fue muy importante en el desarrollo de la escultura en la antigua Grecia. Uno de los temas que desde antiguo fue principal en la escultura griega era el de inmortalizar a los grandes atletas de los Juegos Olímpicos (otro día me pondré con los que confunden juegos olímpicos con olimpiadas). Estos atletas volvían a sus lugares de origen como héroes y no era extraño que se encargaran a los grandes de la época esculturas para homenajearlos. Teniendo en cuenta lo dinámico de la actividad de los atletas, se convirtieron en el objeto perfecto para las investigaciones estilísticas de los escultores griegos. No sé si saben ustedes que apenas quedan esculturas griegas originales del periodo clásico, y que todas (o casi todas) las que damos por esculturas griegas prototípicas son solo copias romanas en mármol de originales griegos desaparecidos. Os pondré unos cuantos ejemplos de esculturas de atletas, ninguno triunfante. El primero es el más fam

RIVALIDADES PARALELAS (Lewis vs Powell, Bernini vs Borromini)

En una de las entradas anteriores les contaba la historia de Bob Beamon y su estratosférico salto en los Juego Olímpicos de México en 1968. Pues bien, unos 15 años después, en 1983, emergió como estrella mundial un muchacho que parecía que podría batir ese récord. Su nombre era Carl Lewis. Fue apodado el "hijo del viento" y ese mismo año ganó los títulos mundiales de 100 m., salto de longitud y relevos 4 x 100 m. en los primeros campeonatos del Mundo en Helsinki. Al año siguiente consiguió repetir en Los Ángeles la gran gesta de Jesse Owens en Berlín, ganar cuatro oros olímpicos en unos JJ.OO. Se convirtió en una estrella que sobrepasaba el ámbito del atletismo y del deporte. Era el atleta perfecto, de personalidad arrolladora y abanderado contra el dopaje (de eso se podría hablar mucho y no bien) además de gran dominador de las grandes competiciones en todas las distancias de la velocidad. Durante una buena parte de años fue completamente imbatible en el salto de