En la antigua Roma (en casi todo miramos a Roma), para dar respetabilidad a edificios profanos utilizaban las columnas adosadas, solo decorativas. Esta respetabilidad venía dada porque estas columnas entroncaban con las estructuras adinteladas de los templos griegos. Sin embargo eran solo mera decoración, ya que estos edificios estaban hechos con arcos y bóvedas de cañón, para los que eran completamente innecesarias estas columnas.
Ejemplos de esta clase de arquitectura pueden verse en el Teatro de Marcelo (abajo), en el Tabularium o el anfiteatro Flavio (más conocido como Coliseo).
Con el paso del tiempo esta práctica se siguió utilizando, sobre todo a partir del Renacimiento, hasta que con la llegada del siglo XX las ideas cambian. El insigne arquitecto austríaco Adolf Loos comienza su famosos artículo Ornamento y delito con estas palabras:
"El ornamento no es sólo es símbolo de un tiempo ya pasado. Es un signo de degeneración estética y moral."
Dando paso a una nueva arquitectura y a una nueva visión del arte que va a la esencia.
Traslademos esta idea al deporte.
Adornarse en una acción no productiva para el equipo, es el delito del que nos habla Loos. Es el adorno que no sirve para desbordar a un rival. Es elregate que se realiza hacia tu propia puerta teniendo un pase claro para avanzar. Es el que pone en riesgo la posesión de balón en una zona cercana a nuestra puerta y que además, debido a su improductividad, hace creer al rival que se le está menospreciando, cosa que en muchos casos es cierta.
En el siguiente vídeo vemos unos casos, ofrecidos por Falcão, un asiduo en este tipo de comportamientos y más ahora que físicamente no responde como cuando era el mejor jugador del mundo (que lo fue).
Este tipo de casos, lo que se demuestra es un egoísmo no compatible con el objetivo común del equipo cuando se juega contra un rival de nivel parecido al tuyo, y un menosprecio cuando se compite contra un rival de menor categoría.
No olvidemos el objetivo final del juego, el gol. Todo lo que no tenga ese objetivo es superfluo, y por lo tanto estamos en la obligación de intentar evitarlo. En otras palabras, es "delictivo".
En cambio no tengo nada contra el lujo o el adorno si sirve para superar al rival o para conseguir el gol. Disfruto con él como el que más.
Para que veáis que no tengo nada en contra de Don Alessandro Rosa Vieira como jugador, lo pongo como ejemplo también de esto.
Gracias por su amable atención.
Un saludo.
Apéndice: El otro día, en las semifinales del Campeonato Europeo de balonmano se vio un magnífico ejemplo de lo que es un adorno enormemente útil al equipo. Víctor Tomás finalizó una gran jugada con una esplendorosa rosca que el narrador televisivo calificó de "frivolité" (sic). Nada más lejos de la realidad. Victor Tomás superó la salida del portero de la mejor manera, poniendo el balón fuera de su alcance (ver el post GEOMETRÍA PARA IMPEDIR EL GOL). Juzguen ustedes.
Víctor Tomás ESPAÑA - CROACIA
Dios mío, ese narrador televisivo. Aaaaaayyyy. ¿Para cuándo pedir a los narradores que sepan de lo que hablan y a los realizadores que les guste el deporte que van a emitir?
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