Tanto en el mundo del arte como en el de los deportes hay casos de padres e hijos que han sido relevantes. En la entrada sobre las pioneras en el arte y el deporte hablaba de Artemisia Gentilleschi, cuyo padre Orazio fue uno de los más aventajados seguidores de Caravaggio. Hay más ejemplos. El famosísimo Gian Lorenzo Bernini era hijo de Pietro Bernini, escultor florentino que trabajaba en Roma para el cardenal Scipione Borghese, que apadrinó al joven genio. Por eso las obras tempranas de Gian Lorenzo siempre estaban bajo la sospecha de que en realidad estuvieran hechas por su padre. Esta pequeña obra hecha para el jardín del cardenal es la primera conocida de su autoría, no es de extrañar que pensaran que un adolescente fuera incapaz de esculpir con esa maestría. En época más reciente está el caso de el pintor impresionista Auguste Renoir y su hijo el magnífico director de cine Jean Renoir. En la ilustración vemos al pequeño Jean con su madre en un cuadro hecho por su ...
Deporte y arte, arte y deporte.