Semifinal de la Copa de África de fútbol. Egipto gana la tanda de penaltis contra Burkina Faso. Su portero El Hadari detiene los dos últimos lanzamientos de sus rivales convirtiéndose en el héroe de su selección. Lo noticiable resultó ser la edad del cancerbero de los Faraones, 44 años recién cumplidos.
Noticiable dentro de un orden, cada vez es menos extraño que deportistas de "provecta edad" consigan hacer grandes resultados en la élite.
El puesto de portero es tradicionalmente en el fútbol el de mayor longevidad. Antonio Carbajal, portero mexicano jugó cinco copas del mundo, como Mattäus o Buffon, pero con la particularidad de que no fueron consecutivas. Jugó las de los años 50, 54, 58, 62 y 70 esta última con 42 años. Con esa misma edad el gran Dino Zoff consiguió levantar la Copa del Mundo de 1982 en Madrid.
Lógicamente esto no pasa solo en el fútbol. En atletismo es conocido que a medida que se avanza en edad se gana en resistencia, de hecho las mejores marcas en pruebas largas se hacen a partir de los 30 años. Sin embargo hay varios ejemplos de longevidad en las pruebas de sprint. Linford Christie consiguió su mejor resultado, el oro en los 100 metros de los juegos Olímpicos de Barcelona, con 32 años. Y la incomparable trayectoria de Kim Collins, que sigue bajando de los diez segundos en los 100 metros y haciendo sus mejores marcas con más de 40 años.
Y no queda ahí la cosa. En deportes en los que parecería que una persona mayor no podría competir encontramos casos excepcionales pero sintomáticos. La vuelta a los cuadriláteros de el magnífico George Foreman, 14 años después de su derrota contra Alí, además de un ejemplo de longevidad nos indicó el declive del deporte de las 12 cuerdas desde su época dorada. Nuestro predicador favorito fue capaz de ganar los campeonatos del mundo de la WBA y de la IBF al vencer con 45 años a Michael Moorer, veinte años después de haberlo sido por primera vez.
Más casos. En baloncesto son cada vez más frecuentes. Quizás los más sobresalientes son los de Kareem Abdul Jabbar y Robert Parish. El "Jefe" de los Celtics estuvo jugando hasta los 44 años tras ¡21 temporadas! en la NBA. Mientras que el gran pívot de los Lakers del showtime estuvo coleccionando records de anotación durante 20 años, en los cuales fue 19 veces All-Star. Y por no extenderme más en este mismo momento tenemos un último ejemplo de longevidad deportiva excepcional. Ahí está el incansable saltador de ski japonés Noriaki Kasai, que a sus 44 años sigue dando guerra a los jovenzuelos en la Copa del Mundo donde consiguió un podio el año pasado con 43 años.
Pero como esto no solo va de deporte sino también de arte voy con los ejemplos de longevidad en pintura y escultura. Ya os hablé del caso de Donatello en mi entrada DONATELLO Y MARCELO, VENIDOS DEL FUTURO, pero hay más.
Al igual que en el caso de Donatello, los artistas que tuvieron una larga trayectoria en sus últimas obras hacen gala de un atrevimiento quizá mayor que el que tuvieron en su juventud. El último cuadro de Goya, con más de 80 años fue La lechera de Burdeos, quizás el ejemplo más claro de su protoimpresionismo.
Picasso siguió, como toda su vida, haciendo lo que le daba la gana hasta sus últimas obras con más de 90 años. Y por último hacer referencia a Jacopo Robusti "Tintoretto" que con 75 años terminó su última Cena para San Giorgio Il Maggiore, obra colosal que nos adentra en un claroscuro casi barroco en lo que es un avance de lo que nos traería solo unos pocos años después Caravaggio.
Con esto quiero decir varias cosas. Que tanto en el mundo del deporte como en el del arte si las fuerzas acompañan se puede seguir en la actividad lo que ella misma nos exija. Siempre es bueno para la vida, no solo para el deporte, que las nuevas generaciones fuercen a retirarse a los mayores, y que éstos sigan ahí mientras puedan. En los nuevos tiempos, las mejores condiciones de vida hacen que los deportistas tengan una vida activa más larga y como deportistas incluyo también a los árbitros. ¿Por qué FIFA hace retirarse a los árbitros con 45 años, cuando llegan a su mejor momento? Que aprendan de la propia competición. Que se retiren cuando no pasen las pruebas físicas o los resultados no sean los que espera el Comité. En la NBA estuvo arbitrando Dick Bavetta 39 años, no se perdió ni un solo partido asignado. Se retiró a los 75 años tras 2900 partidos arbitrados.
Que nadie decida por la edad quien está o no para ejercer lo que más le gusta, que lo decida la competición solo por el rendimiento.
Un saludo.
En lo de los árbitros has dado en la diana.
ResponderEliminarLos propios árbitros lo dicen,pero la RFEF no les hace ni caso.
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