Disculpen que cambie de tema, hoy no hay deporte. Solo opresión a un arte. Para muchos cubanos, sobre todo para los que viven en el exilio, la muerte de Fidel Castro fue un hecho que de tan esperado fue como un coitus interruptus. Se disfrutó del momento pero a la hora de la verdad no es más que una anécdota, nada cambiará en la isla. No solo nada cambiará en la isla, lo saben los que no han conseguido aún salir de Cuba, sino que las medidas represivas han aumentado con la excusa de no respetar el luto a la muerte del falso comandante. Y ahí está la última opresión póstuma del maldito dictador. Si algo recuerdo de mis paseos por La Habana, Santiago, Holguín o Cienfuegos es la música por las calles. Por cada rincón de Cuba sonaba música, una radio en cada ventana. Una persona en una esquina con una guitarra empieza un son de Miguel Matamoros y los transeúntes paran para comenzar a cantar en grupo. Las notas de una guaracha del Guayabero suenan al pasar por la Casa de La Trova de H...
Deporte y arte, arte y deporte.